Siles

INTRODUCCIÓN

Puerta de entrada al Parque Natural desde Levante nos da la bienvenida el centro de interpretación y punto de información turística “El sequero”, encontraremos parajes naturales como el barranco de Los Tejos, o la Laguna. Lugares únicos en el sur peninsular son las áreas de reserva de La Nava del Espino y las Acebeas; una auténtica joya botánica que conserva un magnífico bosquete de acebos y avellanos a 1.300 m de altitud, muy cerca de donde se ubica la Residencia de Tiempo Libre Seminario de Siles. Son numerosos sus miradores naturales por encima de los 1.500 m. Espeleología, escalada, senderismo o vuelo libre pueden practicarse en sus alrededores. Su Presa, de reciente creación, da un plus de belleza para la visita al municipio.

También nos ofrece este municipio áreas recreativas destacando especialmente la de la Junta de los Arroyos, Dehesa del Oso y Peña del Olivar, con su piscina fluvial, su bar-restaurante y donde además podrá visitarse el jardín botánico para contemplar algunas de las especies más destacadas de la Sierra de Segura.

En un valle rodeado de frondosos y agrestes cerros que llegaron a alojar hasta 9 fortificaciones, está Siles, Villa desde 1397, escenario de numerosos acontecimientos históricos y batallas que han dejado como herencia un importante legado cultural.

En su casco urbano nos encontraremos con la antigua muralla árabe y la torre de El Cubo, declarado Bien de Interés Cultural, además de los edificios que conforman el patrimonio histórico de la villa como la Casa Tercia, morada de Jorge Manrique, la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, del siglo XIV y la Ermita de San Roque.

A 160 Km de la capital sus 2.241 habitantes celebran en la fiesta de San Roque uno de los festejos de mayor interés antropológico de toda la provincia.

HISTORIA

Sobre las laderas del cerro Castrobayona se encuentra Siles, nombre que procede, según cuentan, de los numerosos silos que pueden verse en el cerro de San Sebastián.

Zona de paso y control de territorio desde tiempos prehistóricos, Siles se levanta en una encrucijada de vías de comunicación que, junto a la riqueza de su entorno, posibilitaron la aparición de numerosos asentamientos, atalayas y fortalezas.

En sus inmediaciones se han encontrado restos de íberos, romanos y visigodos. Llamado Silis durante la época islámica fue conquistada por el maestre de la orden de Santiago Pelay Correa, se convirtió en uno de los puntos clave frente a la frontera Nazarí, por lo que fue atacada en diversas ocasiones.

El período de los siglos XI a XII y durante la denominada «Reconquista cristiana» en los siglos XIII-XIV, cuando se generen las fortificaciones del entorno. Los restos de sus castillos, Peña Fleita, Tasca, Puente Honda, Morles, Peña Horadada…, dan nota del carácter defensivo de su enclave.

La villa permaneció bajo dominio árabe hasta que fue reconquistada por el Maestre de la Orden de Santiago Don Pedro Pérez Pelay Correa, siéndole concedido el título de villa a principios del siglo XIV y confirmada por Felipe II. Fue defendida por los maestres de la Orden.

Obtiene el rango de villa en 1397 en recompensa a que sus habitantes habían pagado la construcción de sus propias murallas.

Siles mantuvo siempre una gran relación con Don Rodrigo Manrique, que aunque Comendador de Segura fijó su residencia en Siles permaneciéndole siempre fiel como ocurrió en 1.446, cuando se autoproclamó Maestre de Santiago.

Desde 1507 hasta 1748 en que entra a formar parte de la Provincia Marítima de Segura de la Sierra, Siles desarrolló buena parte de su Edad Moderna bajo la triple dependencia de la orden de Santiago y encomienda de Segura de la Sierra, de la Real Chancillería de Granada y del Obispado de Cartagena. Formó parte del Común de Segura y naturalmente se rigió por sus ordenanzas.

PATRIMONIO CULTURAL
  • Muralla urbana de Siles · El Cubo, recinto amurallado, Casa Tercia, Arco de la Malena:
    Siglo XIII-XIV. Declarado B.I.C. Por el tipo de construcción parece tener origen musulmán, pero fue modificada en época santiaguista. De la estructura defensiva medieval de Siles se conserva un torreón de planta circular, El Cubo, del siglo XIII, construido con mampostería y argamasa que se va estrechando ligeramente a medida que asciende. Está articulado en dos pisos, cubierto el primero con bóveda de media naranja mientras que el segundo se cubre con cúpula gótica de cantería apuntada con nervios sostenidos por canes. Lo remata una terraza.En el siglo XV, se construyó la Casa de la Tercia y se reestructuró el patio de armas. Esta casa de aposentamiento, era donde los santiaguistas recogían las rentas de los diezmos del pan y fue residencia de la familia Manrique. Es un edificio cuadrangular actualmente dispuesto en dos plantas, la baja de vivienda y la primera de cámaras, cubierta a dos aguas y en un estado de conservación aceptable. De su recinto murado aún quedan: un torreón que abre con arco de medio punto y presenta tres cuerpos en altura, dovelas regulares y esquinas reforzadas a soga y tizón; y la Torre y el Arco de la Magdalena construidos en mampostería que parece ser la entrada original en quiebro, tan característico de la época, al recinto.
  • Castillo de Morles:
    Siles. Declarado B.I.C. Los castillos de Morles y Pontihonda vigilaban el ramal que desde Siles se dirigía a Bujaraiza.
  • Castillo de Puente Honda o Pontihonda:
    Medieval. Siles. Declarado B.I.C. Edificación defensiva ubicada en la ladera oeste del monte de Bucentaina, dominando la confluencia de los arroyos de La Hueta y Puente Honda, tributarios del río Morles. El acceso se realiza desde Siles, a través de una pista en buen estado que da acceso a la aldea de Puente Honda, o desde La carretera de Orcera a la cumbre pasando por la aldea de La Hueta.
    El castillo, probablemente de autoría cristiana, es más bien un puesto de vigilancia o atalaya que controla el paso por el río Morles. Se asienta sobre un afloramiento rocoso en la ladera dominada por el pinar aunque limitando con la superficie del olivar.
  • Castillo de Tasca:
    Medieval. Siles. Declarado B.I.C. El Castillo de Tasca se levanta, al igual que el Castillo de Peña Fleita, en el margen izquierdo de lo que fue el antiguo Camino de Andalucía.

    Las ruinas del castillo de Tasca se localizan en las estribaciones de la Sierra de Calderón, próximas al río Guadalimar. Se accede por un camino que parte desde la pista de la Cañada del Señor, en el término municipal de Siles.

    Los restos de la fortaleza se reducen hoy a un parapeto de mampostería menuda muy desmoronado que debía habilitar un espacio interior rectangular de 9´50 m por 3´80 m. aproximadamente y que ocupaba la extensión de zócalo rocoso fácilmente defendible, puesto que un foso natural, formado por una corona de rocas, lo rodea casi por completo. En torno a este zócalo se advierten abundantes vestigios de muros e burda mampostería, al parecer en seco. Estos, correspondientes al recinto exterior, parece que se completaban por el lado del Oeste con alguna obra de tierra, probablemente un foso y su terraplén.

  • Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción:
    Siglos XIV-XVI. Este templo fue construido entre los siglos XIV y XVI y reformado durante el XVIII. Sintetiza la oscilación del gusto del Gótico al Clasicismo. Tiene una sola nave con capillas laterales, en la que se distinguen dos fábricas: el tramo del siglo XVIII que se cubre con bóveda de medio cañón, con arcos fajones apeados en una moldura clásica sobre pilastras canjeadas. El acceso a la segunda fábrica se realiza a través de un arco diafragma apuntado que soportaría en otro tiempo una cubierta de madera. La gran torre campanario situada a los pies, es del siglo XVI, horadada por un arco que permite el recorrido perimetral. En su interior se conservan restos medievales: un arco de diafragma apuntado y el coro ubicado en alto y sostenido por una viga.
  • Ermita de San Roque:
    Siglo XVIII. Fue construida en el siglo XVIII cuando se producía un nuevo despertar de la religiosidad popular en el medio rural serrano. Presenta una sola nave rectangular, cubierta a dos aguas, con armazón de madera y presbiterio. Con puertas adinteladas ubicadas en el lado de la epístola y en los pies. El elemento más destacado es el presbiterio cubierto con media naranja rebajada sobre pechinas al que se accede por un arco toral de medio punto.
  • Pozo de la Nieve:
    Antaño, cuando no existía la electricidad, se usaron en muchas zonas los pozos de nieve. En Siles vemos el ejemplo mejor conservado de la Sierra de Segura. Se encuentra cerca de la aldea de La Fresnedilla. El trabajo comenzaba a finales del invierno o inicios de primavera con la últimas nevadas. Durante varios días, cuadrillas de hombres se encargaban de recoger la nieve mediante espuertas y capazos y llevarla al interior de los pozos donde con la ayuda de grandes mazas de madera era prensada y compactada hasta convertirla en hielo.Una vez lleno el pozo, el preciado elemento se aislaba del exterior mediante una gruesa capa de material vegetal (sobre todo aulaga morisca) y otra superior de tierra arcillosa apisonada. El pozo quedaba así sellado hasta el momento de abrirlo. Ya en verano, cada conjunto de pozos contaba con un encargado que pasaba casi todo el tiempo junto a ellos con la misión de vigilarlos y de vender la nieve.El transporte se realizaba siempre durante la noche para evitar las altas temperaturas, manteniéndose bien aislada y en lugar fresco durante el día si el viaje así lo requería por la distancia.

PATRIMONIO NATURAL
  • Área de Reserva Las Acebeas – Nava del Espino:
    Sus especiales características ambientales le han valido su reconocimiento como Zona de Máxima Reserva dentro del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, quedando incluido en el Área de Reserva de Las Acebeas-Nava del Espino. Constituye el máximo nivel de protección y se aplica a aquellos espacios de características excepcionales, que engloban un conjunto de ecosistemas de relevantes valores ecológicos, paisajísticos y científicos, correspondiendo a aquellos lugares donde están presentes la mayoría de los endemismos vegetales del Parque, cuya necesidad de protección puede comportar la exclusión de las actividades productivas.Al norte del Monte Acebeas se alza el Bucentaina (1.395 m), separado de este por la Piedra de los Agujeros, que si bien no se encuentra incluido en el Área de Reserva, presenta una entorno vegetal muy bien conservado y su cima, a lo que solo se puede acceder a pie, es un magnífico mirador natural.El Monte Acebeas alcanza su pico más alto en el Navalperal, a 1.620 m, una altiplanicie calcárea, típico calar de alta montaña de estas sierras segureñas, al que se asciende entre un bosque pinos donde abundan los acebos y los arces, encontrando igualmente otras especies vegetales como quejigos, majuelos, encinas y algunos avellanos. Durante la ascensión el paisaje que es fantástico y una vez en la cima, las vistas que dominan esta altura (1620 m.) son asombrosas.El Monte Nava del Espino es otro calar, con varios picos entre los que destaca el Espino, que con 1.722 m es el más elevado. Presenta una vegetación compuesta por pinares de media y alta montaña, donde son frecuentes especies como el arce y el quejigo. Se accede por la pista forestal que va del Monte Navalcaballo hasta Yeste.
  • Calares:
    En Siles aparecen calares aislados como El Cambrón, en la subcuenca de Torres de Albanchez-Siles, limitando en su cumbre con la provincia de Albacete. Aparece como una montaña individualizada con un característico relieve en forma de mesa y coloraciones grisáceas. Su elevada altura, con una altura máxima de 1.522 m, le permite ser visto desde gran parte de la comarca.
  • Piedra del Agujero:
    Altitud · 1.290 m. También conocida como Piedra Horadada, La Piedra de los Agujeros marca un hito geomorfológico en el paisaje. Forma parte de una alineación montañosa norte-sur, cuyos principales relieves son Navalperal y el Bucentaina.Su cima es un magnífico mirador natural desde donde avistaremos en primer plano el valle de la Hueta y la Dehesa de la Fresnedilla. El acceso sólo es posible a pie.
  • Laguna de Siles:
    Altitud · 1.250 m. Los humedales continentales naturales son en la Sierra poco numerosos, pero destaca la laguna de Siles, una pequeña laguna de origen kárstico en la cara norte del Calarejo Grande, un calar de alta montaña. Está rodeada de pinos y densos encinares, con varias lagunitas, plagadas de ranas, aunque pueden verse durante todo el año, su máximo esplendor lo alcanzan en primavera.
  • Río Tus:
    El río Tus nace en Siles, a los pies del Área de Reserva Las Acebeas-Nava del Espino, una de las zonas mejor conservadas del Parque Natural. Su entorno es agreste y húmedo, un valle abierto entre altos calares como el Calarico, el Calar de la Sima, el Calar de Morillas, la Nava del Espino, el Navalperal, la Sierra del Agua.
FIESTAS

AGOSTO:
Fiestas Patronales en honor de San Roque. Días 13 a 16.

SEPTIEMBRE:
Feria de San Miguel. Días 27 a 29.

FIESTAS PATRONALES EN HONOR DE SAN ROQUE

En el siglo XVI los sileños prometen a los santos: San Marcos y San Roque construirles una ermita por haber sido liberados mediante su intercesión de la peste bubónica. Desde entonces festejan todos los años tal acontecimiento.

Como pórtico de entrada a las fiestas el 10 de Agosto la imagen del patrón es traída en procesión desde su ermita, situada en las afueras del pueblo, hasta la iglesia Parroquial. El día 16 por la mañana se realiza la procesión por las calles del pueblo.

En los encierros los días 14 y 15, la res que ha corrido la última más conocida como «el toro de San Roque», no será apuntillada al concluir el encierro, como las otras, sino que será ensogada con una maroma y llevada por las calles ante el clamor de los vecinos que le irán lanzando cubos de agua al grito de ¡agua! en un ancestral rito de purificación.

Su carne una vez troceada, a media noche, es puesta a cocer a fuego lento en una gran caldera situada en el porche contiguo a la ermita, que tiene capacidad para albergar treinta y dos arrobas de comida con su caldo, La caldera más antigua que se conserva data de 1853 construida por un italiano llegado a Siles, llamado Pascual Sesarino.

Durante toda la noche se dejará cocer la carne a fuego lento junto a los condimentos con que ha sido aderezada, mucha pimienta, hojas de laurel, vinagre, sal y agua, siendo celosamente guardado el secreto de las cantidades y las proporciones de los ingredientes por el guisandero que ha de oficiar tan peculiar manjar, conocido como la «Caldera de San Roque».

Cuando el Santo llega a la ermita al día siguiente por la mañana, el párroco bendecirá los panes que se repartirán en caridad entre todos los asistentes, siguiendo la costumbre de un antiguo voto, así como la carne del toro inmolado el día anterior, el cual será comido por todos.

DATOS DE INTERÉS

Ayuntamiento
Dirección · Plaza del Agua, 1
Teléfono · 953 49 00 11
Enlace a la web oficial del Ayuntamiento www.siles.es