Un grupo de enamorados de la comarca, con el fin de ‘aunar sinergias’ en torno al estudio y la divulgación de la idiosincrasia segureña crearon la Asociación Cultural Sierra de Segura en 1976, que reunió a nombres propios de la zona en torno a su objetivo pero que el paso del tiempo, finalmente, condujo a la inactividad.

El Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Segura, que preside Ramón Gallego impulsa la reactivación de la entidad, «en 2019, cuando entré en el Grupo de Desarrollo, pensé que una de las cosas prioritarias era movilizar a toda la gente de la Sierra de Segura involucrada en la cultura, y también a la gente de fuera, interesados en reactivar la asociación».

Así, el GDR se convierte en «sede permanente» de esta iniciativa, de forma que ya ha acogido incluso una primera reunión al respecto y da sus primeros pasos en la revisión de estatutos y demás documentos, al objeto de comenzar a andar más pronto que tarde.

José Bautista de la Torre o Emilio de la Cruz son solo algunas de esas personalidades que volcaron gran parte de sus esfuerzos en vender las bondades de este paraíso interior, principalmente a través de las páginas de la revista Buharaiza, una publicación a la que, con ese u otro título, también piensan darle continuidad.

«Estamos haciendo una suerte de censo de cronistas, profesores y gente involucrada en el mundo cultural de la sierra», aclara Gallego, que invita a quienes deseen sumarse al proyecto.

Una idea que pone en valor, entre otras aportaciones, una gran bibliografía serrana, nacida a lo largo y ancho de los años más activos de la asociación, entre cuyos logros se encuentra, por ejemplo, la identificación de la comarca con la ardilla, su logo universal a día de hoy.